Entrar en este estupendo apartamento de Estocolmo es toda una delicia para los sentidos, sobre todo cuando lo que se busca es relajarse y desconectar del agotador ritmo de una jornada de trabajo. La vista se pasea serena por los amplios espacios y la pureza de las líneas y los tonos utilizados en la decoración: todo en blanco, gris, madera y tonos crudos.
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