Esta casa tiene el aroma del campo, pero también es refinada. Algunos de los elementos de su decoración son lujosos, pero otros son tremendamente rústicos. Aquí caben las herencias, antigüedades y vintage, pero también el mueble industrial. Esta casa es sencilla, amplia, delicada y acogedora. Me tiene simplemente encantada. Me fascinan unos cuantos de sus muebles viejos: las vitrinas de madera, las mesas, los cuadros, los espejos… y su limpieza y pulcritud.
Lo mejor es la amplitud de los espacios. Cada estancia es un gran lienzo en blanco con el suelo de madera en la que ir engarzando los muebles y adornos, siempre en su justa medida para no recargar. Así también se consigue que cada pieza destaque por sí misma.
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